Remodelación de una casa: ¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo?

La remodelación de una vivienda es una de las decisiones más significativas para cualquier propietario, ya sea que quiera vender su casa o simplemente modernizar sus espacios . La pregunta sobre cuál es el mejor momento para hacerlo suele tener respuestas rápidas, como “cuando no llueve”. Esa idea parece lógica, pero en Colombia resulta limitada.

El mejor momento no depende solo del clima. Factores como la ubicación, los costos de materiales, la disponibilidad de mano de obra, los trámites administrativos y la planificación estratégica tienen tanto peso como el estado del tiempo. Remodelar exige analizar de manera integral estos elementos para reducir riesgos y aprovechar oportunidades.

Colombia no funciona bajo el esquema de cuatro estaciones. El clima está marcado por microclimas que varían según la altitud y las condiciones regionales. Esto significa que hablar de “verano” o “invierno” de forma general no es útil al momento de tomar decisiones sobre una obra.

La mejor estrategia es entender los ciclos de cada región. En algunos lugares hay lluvias constantes, mientras que en otros predominan épocas bimodales de lluvias y sequías. Esa variación impacta directamente en la ejecución de proyectos de remodelación.

En la región andina, donde se ubican ciudades como

,

y

, predominan dos temporadas secas: junio a septiembre y diciembre a marzo. Las lluvias ocurren entre marzo y mayo, y de septiembre a noviembre, siendo este último periodo el más fuerte.

Las temporadas secas ofrecen condiciones ideales para trabajos exteriores como pintura de fachadas, impermeabilización de techos o adecuación de jardines. En los meses lluviosos, como suele experimentarse en Bogotá en octubre o en Medellín en abril, se pueden priorizar trabajos interiores, evitando interrupciones y protegiendo los materiales.

En la Costa Caribe, con ciudades como

,

y

, el clima se divide en cuatro fases bien definidas: una temporada seca mayor (diciembre-abril), una lluviosa menor (mayo-junio), un veranillo en julio-agosto y una lluviosa mayor en septiembre-noviembre.

La temporada seca mayor, que suele sentirse con fuerza en Cartagena y Barranquilla, es la oportunidad más clara para ejecutar obras al aire libre, con menos humedad y condiciones más estables para garantizar durabilidad y calidad.

En la región Pacífica, donde se encuentran ciudades como

,

y

, las lluvias son permanentes. No existe un periodo seco marcado, lo que obliga a tomar medidas de protección durante todo el año. Se requieren drenajes adecuados, resguardo de materiales y uso de aditivos que mejoren el desempeño de concretos y acabados.

En la Amazonía, con ciudades como

, Mitú o

, el patrón es similar: la humedad constante exige precauciones permanentes. Aunque las lluvias afectan los trabajos exteriores, las remodelaciones interiores pueden avanzar de forma continua, siempre que exista un plan de protección bien implementado.

Las lluvias pueden traer retrasos, deterioro de materiales sensibles a la humedad y mayor riesgo de accidentes en obra. Sin embargo, también representan un periodo en el que disminuye la demanda de proyectos, lo que se traduce en más disponibilidad de contratistas y, en algunos casos, precios más competitivos.

El reto está en planear medidas de mitigación para aprovechar esta coyuntura sin comprometer la seguridad ni la calidad del proyecto.

La economía tiene un papel decisivo en la remodelación. No se trata solo de cuánto se quiere invertir, sino de cómo los precios y la dinámica del sector influyen en la ejecución del proyecto.

En Colombia, el costo promedio de remodelar está entre $500,000 y $1,500,000 COP por metro cuadrado. Este valor depende más de las tendencias económicas y de los precios internacionales de insumos como el acero y el cobre que de la temporada de lluvias o sequías. 

Aunque es común pensar que los precios de materiales bajan en las temporadas de menor demanda, la realidad muestra lo contrario. En años recientes, los costos han estado marcados por la inflación y la dinámica internacional, con incrementos notables en elementos clave como el acero y el cobre.

Esto significa que esperar a que bajen los precios en temporada lluviosa rara vez genera un ahorro real. Lo más recomendable es planificar la compra de materiales con anticipación y considerar márgenes de imprevistos.

La disponibilidad de profesionales está muy relacionada con la actividad de la construcción a gran escala. Cuando el sector de obra nueva se desacelera, muchos trabajadores buscan proyectos de remodelación, lo que aumenta la oferta y facilita la negociación de costos y tiempos.

En periodos como 2024, cuando la construcción residencial cayó más de un 6%, muchos contratistas se volcaron a las remodelaciones, permitiendo a los propietarios acceder a mano de obra calificada con mayor facilidad.

Un error común es pensar que el momento de empezar una obra depende solo de la temporada o de la disponibilidad del dinero. El otro factor oculto está en los trámites de licenciamiento, cotización y elección del profesional.

La obtención de una licencia de construcción puede tomar entre 4 y 6 meses. Este tiempo debe incorporarse desde la fase inicial de planificación para que el inicio de la obra coincida con la ventana climática o económica deseada.

Contratar a los especialistas adecuados marca la diferencia en costos, tiempos y calidad. Lo más aconsejable es solicitar al menos tres presupuestos escritos, revisar referencias y formalizar contratos que detallen materiales, plazos y garantías.

Contar con arquitectos o diseñadores en etapas tempranas ayuda a establecer presupuestos realistas, prever imprevistos y programar fases de ejecución de manera ordenada.

La remodelación no tiene un calendario universal. Cada proyecto requiere un análisis que combine clima, costos, licencias y disponibilidad de recursos humanos.

Para orientar esta decisión, se pueden observar distintos escenarios:

La decisión sobre el mejor momento para remodelar no es una fecha en el calendario, sino una estrategia integral. El clima puede facilitar o retrasar, la economía puede encarecer o abaratar, y los trámites pueden acelerar o detener la obra.

Un plan exitoso contempla cuatro pasos fundamentales:

El mejor momento para remodelar una casa no está en un mes específico, sino en la preparación estratégica que combina clima, costos, permisos y profesionales. Remodelar en Colombia exige conocimiento de los microclimas, atención a los ciclos del mercado y una gestión ordenada de trámites y recursos.

Remodelar no es cuestión de esperar la estación perfecta, sino de planificar con visión, anticiparse a los obstáculos y convertir cada factor en una ventaja para alcanzar un resultado duradero y de calidad.

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No existe una fecha única; depende del tipo de obra y de la región. En la región Andina y la Costa Caribe, la estación seca es ideal para trabajos exteriores como pintura, fachadas o tejados, mientras que en temporada de lluvias conviene avanzar con proyectos interiores o aprovechar la mayor disponibilidad de contratistas y costos más competitivos.

Lo primero es definir el alcance y el presupuesto, incluyendo un margen para imprevistos. Si la obra requiere licencia, ese trámite debe gestionarse con antelación, ya que puede tardar entre 4 y 6 meses. Una vez listos los permisos, conviene iniciar con trabajos estructurales o correctivos y luego pasar a acabados e interiores.

El orden recomendado es:

La temporada seca es la más favorable para obras exteriores y estructurales, ya que reduce riesgos de retrasos y deterioro de materiales. No obstante, si la prioridad es el ahorro y la disponibilidad de profesionales, la temporada de lluvias puede ser ventajosa, siempre que se tomen medidas de protección contra la humedad.

Arturo Cabarcas Ripoll es especialista en redacción digital y SEO, con más de nueve años de experiencia colaborando con empresas en Estados Unidos, Latinoamérica y España. Ha trabajado con marcas de distintos sectores, como salud, inmobiliaria, comercio electrónico y servicios profesionales. Su enfoque combina el análisis digital con una escritura clara y cercana, pensada para conectar con las personas y aportar valor real a través del contenido.