Comparativa de monitores de 240 Hz: características y recomendaciones en 2025

En el mundo del gaming y la productividad visual, los

de 240 Hz han emergido como una herramienta esencial para quienes buscan una experiencia de uso superior. 

Estos dispositivos no solo mejoran la fluidez visual, sino que también optimizan el rendimiento en juegos competitivos y tareas que requieren precisión gráfica. 

En este artículo, te guiaremos a través de las características clave que debes considerar al elegir un

de 240 Hz y te presentaremos una comparativa de los modelos más destacados en 2025.

A continuación, te presentamos las principales características que pueden ofrecer estos

.

La tasa de refresco de un monitor determina cuántas veces por segundo se actualiza la imagen en

. 

En el caso de los

de 240 Hz, la imagen se actualiza 240 veces por segundo, lo que reduce significativamente la sensación de desenfoque en los movimientos rápidos y proporciona una mayor sensación de fluidez en comparación con los monitores de 144 Hz o 60 Hz. 

Esta mejora en la tasa de refresco permite que los jugadores vean y reaccionen a los cambios en el juego de manera más rápida y precisa, lo que puede marcar la diferencia en situaciones competitivas.

El tiempo de respuesta es el tiempo que tarda un píxel en cambiar de color, lo que afecta la nitidez de los objetos en movimiento. 

Los

de 240 Hz suelen contar con tiempos de respuesta extremadamente bajos, generalmente de 1 milisegundo en modelos con paneles IPS o VA, y hasta 0,03 milisegundos en los más avanzados con tecnología OLED o QD-OLED. 

Un menor tiempo de respuesta significa que hay menos efecto fantasma o desenfoque en escenas rápidas, lo que es

en juegos donde la precisión visual es fundamental.

Los

de 240 Hz pueden emplear distintos tipos de panel, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Los paneles TN son los más rápidos en términos de tiempo de respuesta, pero tienen colores menos precisos y ángulos de visión reducidos. 

Los paneles IPS ofrecen una mejor reproducción de color y ángulos de visión más amplios sin sacrificar demasiado la velocidad de respuesta. Los paneles VA tienen un contraste superior y colores vibrantes, pero pueden presentar más desenfoque en movimiento en comparación con IPS y TN.

Los modelos más avanzados de 240 Hz utilizan tecnología OLED y QD-OLED, que ofrecen los mejores colores, negros profundos y tiempos de respuesta increíblemente bajos, eliminando por completo los problemas de desenfoque o efecto fantasma. 

Los

de 240 Hz están disponibles en diferentes resoluciones, cada una con sus propias ventajas. Los modelos con resolución Full HD (1920x1080) son los más comunes en juegos competitivos, ya que permiten alcanzar los 240 FPS sin necesidad de contar con una tarjeta gráfica extremadamente potente. 

Los

monitores

con resolución 1440p (2560x1440) ofrecen una mejor calidad de imagen manteniendo una excelente fluidez, siendo una opción ideal para jugadores que buscan un equilibrio entre nitidez y rendimiento.

Los

monitores

4K con 240 Hz son una opción más reciente y requieren una tarjeta gráfica de alto rendimiento para aprovechar su potencial. Aunque ofrecen una calidad visual impresionante, no siempre son la mejor opción para juegos competitivos debido a la alta demanda de procesamiento que implica mover una resolución tan alta con una tasa de refresco tan rápida.

Para garantizar una experiencia de juego fluida sin interrupciones visuales, los

de 240 Hz suelen contar con tecnologías de sincronización adaptativa como G-SYNC y FreeSync. 

G-SYNC, desarrollada por NVIDIA, permite que la tasa de refresco del monitor se sincronice con la velocidad de cuadros de la tarjeta gráfica, evitando problemas como el screen tearing o el stuttering. FreeSync, de AMD, ofrece una función similar y está presente en una mayor variedad de

, incluyendo modelos más accesibles.

En los últimos años, muchos

de 240 Hz han implementado compatibilidad con ambas tecnologías, permitiendo su uso sin importar qué marca de tarjeta gráfica se utilice. Esta compatibilidad garantiza una imagen sin interrupciones, incluso cuando los FPS fluctúan.

Algunos

de 240 Hz incluyen soporte para tecnologías HDR, lo que permite una mayor fidelidad en la representación de colores y un mejor contraste en escenas oscuras o brillantes. Los modelos más básicos cuentan con certificación HDR10, mientras que los más avanzados pueden incluir DisplayHDR 600 o True Black 400, los cuales ofrecen un brillo y calidad de imagen mejorados.

Los

monitores

con tecnología OLED y QD-OLED ofrecen la mejor experiencia HDR, ya que pueden alcanzar niveles de negro absoluto y colores más vibrantes sin necesidad de retroiluminación. 

Aunque el HDR es una característica excelente para juegos con gráficos realistas, en juegos competitivos su impacto es menor en comparación con la tasa de refresco y el tiempo de respuesta.

Los

de 240 Hz están disponibles en diferentes tamaños, dependiendo del nivel de inmersión y el tipo de uso que se busque. 

Los modelos de 24 a 27 pulgadas son los más comunes en entornos competitivos, ya que permiten ver toda la

sin necesidad de mover demasiado la cabeza. Los modelos de 32 a 34 pulgadas ofrecen una experiencia más inmersiva y son ideales para juegos de mundo abierto o simuladores.

Algunos

de 240 Hz cuentan con diseño curvo, lo que mejora la sensación de inmersión y reduce la fatiga visual en sesiones largas de juego. Modelos con curvaturas de 1000R o 1500R son especialmente populares entre los jugadores que buscan una experiencia más envolvente sin distorsionar demasiado la imagen.

Un buen

de 240 Hz debe contar con una variedad de opciones de conectividad para garantizar compatibilidad con diferentes dispositivos. 

Los puertos HDMI 2.1 permiten jugar a 240 Hz en resoluciones 1080p y 1440p, además de soportar hasta 120 Hz en 4K en consolas de nueva generación como PlayStation 5 y Xbox Series X. El DisplayPort 1.4 o 2.1 es la mejor opción para

gaming, ya que ofrece la máxima calidad de imagen y rendimiento sin compresión.

Algunos modelos incluyen puertos

-C con modo DisplayPort, lo que facilita la conexión con laptops y otros dispositivos sin necesidad de adaptadores adicionales. También es común encontrar puertos USB adicionales para conectar periféricos como teclados, ratones o auriculares.

Los

de 240 Hz suelen incluir características adicionales diseñadas específicamente para mejorar la experiencia de juego. Algunos modelos cuentan con modos de reducción de desenfoque, como ULMB (Ultra Low Motion Blur), que mejoran la nitidez de los objetos en movimiento. 

También es común la inclusión de opciones como crosshair personalizable para juegos de disparos, o modos preconfigurados optimizados para diferentes géneros de juegos.

Ahora que ya sabes cuáles son las características principales de estos

, y qué tener en cuenta a la hora de elegir uno, vamos a presentarte algunas de las mejores opciones disponibles:

Al elegir un monitor de 240 Hz, es vital considerar tus necesidades específicas, ya sea para gaming competitivo, trabajos creativos o entretenimiento general. Factores como la resolución, el tipo de panel, el tiempo de respuesta y las tecnologías de sincronización juegan un papel

en la experiencia de usuario. 

A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos una mayor adopción de resoluciones más altas con tasas de refresco elevadas, mejorando aún más la experiencia visual para los usuarios.