¿Cómo configurar una iMac por primera vez?
Guía paso a paso para configurar y personalizar tu iMac desde el primer encendido hasta dejarla lista para el uso diario.
Guía paso a paso para configurar y personalizar tu iMac desde el primer encendido hasta dejarla lista para el uso diario.
La emoción de adquirir una nueva iMac es incomparable, especialmente si es tu primer dispositivo de este tipo. Ya sea que vengas de un entorno Windows o simplemente estés actualizando tu equipo, una buena configuración inicial te permitirá sacar el máximo provecho desde el primer día.
Este proceso no solo garantiza que tu iMac funcione de manera óptima, sino que también te ayuda a personalizarla según tus necesidades. En esta guía, te explico paso a paso cómo configurar tu iMac de manera eficiente y sin complicaciones.

Antes de comenzar con la configuración, es importante realizar un desempaquetado cuidadoso. Dentro de la caja encontrarás la iMac, un teclado, un mouse o un
trackpad, el cable de alimentación, posiblemente un cable USB-C a Lightning para cargar los periféricos, y algunos manuales de usuario.
Es recomendable que prepares un espacio limpio y despejado para colocar todos los componentes, evitando superficies inestables o áreas expuestas al polvo. También es buena idea conservar la caja y los materiales de embalaje, ya que podrían ser útiles si necesitas transportar el equipo, devolverlo o llevarlo a soporte técnico en el futuro.
Una vez desempaquetados los componentes, es hora de realizar las conexiones esenciales. Conecta el teclado y el mouse o
trackpad; si son inalámbricos, lo más probable es que se emparejen automáticamente al encender la iMac. Si no ocurre, puedes usar el cable incluido para facilitar el emparejamiento inicial.
Luego, conecta el cable de alimentación a la parte trasera de la iMac y enchúfalo en una toma de corriente segura. Es importante asegurarse de que la ubicación del equipo sea estable, esté bien ventilada y alejada de fuentes de calor directo para garantizar su buen funcionamiento.
Para encender la iMac, presiona el botón ubicado en la parte trasera inferior izquierda. Una vez encendida, el sistema operativo macOS te guiará a través de una serie de pasos iniciales. Uno de los primeros será la selección del idioma y la región. Este paso es
crucial, ya que determina aspectos importantes como el tipo de teclado, el formato de fecha y hora, y la moneda.
Posteriormente, se te ofrecerá la posibilidad de configurar opciones de accesibilidad, lo que resulta útil si tienes necesidades visuales, auditivas o de movilidad específicas. También se te preguntará si deseas transferir información desde otro dispositivo. Esto puede hacerse desde otro
Mac, una copia de seguridad de Time Machine o incluso desde una PC con Windows, utilizando el Asistente de Migración.
Durante el proceso de configuración, necesitarás conectar tu iMac a internet para completar ciertos pasos y descargar posibles actualizaciones. La conexión Wi-Fi es la opción más habitual. Solo tienes que seleccionar tu red doméstica, ingresar la contraseña correspondiente y esperar a que se establezca la conexión. Si prefieres una conexión más rápida y estable.
Si tienes dificultades para conectarte, asegúrate de que el
routeresté encendido y funcione correctamente, y de que la contraseña ingresada sea la correcta.
Otro paso importante en la configuración es la creación de una cuenta de usuario. Esta será tu cuenta principal y tendrá privilegios de administrador. Deberás ingresar tu nombre completo, elegir un nombre de usuario y establecer una contraseña segura. También puedes configurar una pista de contraseña para ayudarte a recordarla en caso de olvido.
Si tu modelo de iMac incluye Touch ID, se te dará la opción de registrar tu huella digital, lo cual facilita el inicio de sesión y la autenticación en aplicaciones y sitios web. En modelos recientes, también es posible activar el desbloqueo automático mediante un Apple Watch vinculado.

Una vez dentro del sistema, llega el momento de personalizar el entorno de trabajo. Puedes modificar el fondo de
pantallaaccediendo a las preferencias del sistema y eligiendo entre las imágenes predeterminadas o una propia. Además, puedes ajustar la apariencia del dock, su tamaño y ubicación, y seleccionar qué íconos deseas mantener visibles.
Personalizar la barra de menús también puede mejorar tu experiencia diaria, permitiéndote acceder rápidamente a funciones esenciales. Aunque la tentación de llenar el escritorio con accesos directos es grande, mantenerlo limpio y organizado contribuye notablemente a la productividad.
Después de personalizar el aspecto visual, es hora de instalar las aplicaciones que usarás con mayor frecuencia. La App Store de macOS es el mejor lugar para empezar, ya que ofrece una amplia selección de software verificado por Apple.
Puedes buscar navegadores alternativos como Google Chrome o Firefox, suites de productividad como Microsoft Office o iWork, aplicaciones de comunicación como Zoom, Teams o Slack, y herramientas creativas como Adobe Creative Cloud, GarageBand o Final Cut Pro.
Aunque macOS es un sistema bastante seguro, también es recomendable instalar algún software
antivirusligero, como Malwarebytes, para agregar una capa extra de protección contra amenazas.
La seguridad de tus datos es otro aspecto fundamental en la configuración de tu iMac. Para ello, es esencial habilitar el sistema de copias de seguridad. macOS incluye una herramienta nativa llamada Time Machine, que realiza respaldos automáticos y continuos de tus archivos y configuraciones.
Solo necesitas conectar un
disco duro externoy seleccionarlo como destino de copia de seguridad en las preferencias del sistema. Time Machine guarda versiones anteriores de tus archivos, lo que te permite recuperar documentos modificados o eliminados accidentalmente.
También puedes optar por realizar respaldos adicionales en la nube, utilizando servicios como iCloud Drive, Google Drive o Dropbox, especialmente si trabajas con archivos importantes o compartes contenido entre varios dispositivos.
Una vez que tu iMac esté configurada y tus datos protegidos, es recomendable verificar que estés utilizando la versión más reciente de macOS. Para ello, ve a las preferencias del sistema, selecciona “Actualización de Software” y comprueba si hay versiones nuevas disponibles.
Las actualizaciones no solo corrigen errores, sino que también incluyen mejoras de seguridad y nuevas funciones. Para mayor comodidad, puedes habilitar la opción de actualizaciones automáticas, lo que asegurará que tu sistema esté siempre al día sin necesidad de intervención manual.
Además de la configuración técnica, es importante que conectes tu iMac con otros dispositivos del ecosistema Apple. Iniciar sesión con tu Apple ID te permitirá activar iCloud, lo cual habilita la sincronización de fotos, contactos, calendarios, notas, documentos y contraseñas entre todos tus dispositivos Apple.
Esta integración es uno de los mayores beneficios del ecosistema, ya que te permite responder mensajes, realizar llamadas o incluso copiar y pegar texto entre tu iMac, tu iPhone o tu
iPadsin esfuerzo. iCloud también ofrece la opción de respaldo automático de documentos y configuraciones, lo que añade una capa adicional de seguridad a tu experiencia digital.
macOS pone un fuerte énfasis en la privacidad del usuario, pero siempre es bueno revisar y ajustar estas configuraciones según tus necesidades. En las preferencias del sistema, puedes controlar qué aplicaciones tienen acceso a tu ubicación, cámara, micrófono y otros datos personales.
También puedes activar FileVault, que cifra todo el contenido de tu disco duro para protegerlo en caso de pérdida o robo. El llavero de iCloud te permite guardar y gestionar tus contraseñas de forma segura, y se sincroniza automáticamente con tus dispositivos para facilitar el acceso.

Configurar tu iMac por primera vez puede parecer una tarea abrumadora, pero siguiendo estos pasos podrás disfrutar de una experiencia personalizada y optimizada desde el inicio. Recuerda que una configuración adecuada no solo mejora el rendimiento de tu iMac, sino que también asegura que puedas sacarle el máximo provecho.
No tengas miedo de experimentar con nuevas funciones, explorar configuraciones adicionales y adaptar tu equipo a tus necesidades y estilo de vida. Con el tiempo, descubrirás que la iMac no solo es una poderosa herramienta de trabajo y entretenimiento, sino también un dispositivo que se adapta intuitivamente a ti.